Es de educación elemental para los mexicanos, aprenderse cuando menos, las 2 primeras estrofas del Himno Nacional, para que no hagan el ridículo en público, cuando les toca cantarlo. Ya van varios cantantes gruperos y populacheros, que se apuntan para cantar el Himno Nacional y solo dan verguenza y lästima, porque no se saben la letra, no se saben el tono y no se acuerdan de la musica.
A continuación , una breve historia y la letra.
El Himno Nacional, es uno de los principales símbolos patrios, que sintetizan y evocan los componentes culturales de nuestro pueblo. Su versión original, data de 1854, como producto de un concurso literario – musical convocado por Antonio López de Santa Anna, con el fin de que…
“Haya un canto verdaderamente patriótico que, adoptado por el supremo Gobierno, sea el Himno Nacional”. El autor de la letra, fue el potosino Francisco González Bocanegra (1824 – 1861) y el compositor de la música, el catalán, Jaime Nunó (1824 – 1908). Desde que se cantó por primera vez el 15 de septiembre de 1854, el himno, ha sufrido algunos cambios, propios de cada momento histórico, con estrofas que ya no se cantan, u otras que se modificaron.
Francisco Gonzalez Bocanegra
A continuación, presentamos la versión oficial, publicada en el Diario Oficial el 8 de febrero de 1984. En su letra, se reflejan valores, actitudes y normas de conducta que es importante clasificar.
Mexicanos al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón,
Y retiemble en sus centros la tierra,
Al sonoro rugir del cañón.
I
Ciña ¡oh Patria! tus sienes de oliva,
De la paz el arcangel divino,
Que en el cielo tu eterno destino,
Por el dedo de Dios se escribió.
Más si osare un extraño enemigo
Profanar con su planta tu suelo,
Piensa ¡oh Patria querida! que el Cielo
Un soldado en cada hijo de dió.
II
En sangrientos combates los viste
Por tu amor palpitando sus senos,
Arrostrar la metralla serenos,
Y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas,
De tus hijos inflama la mente,
Los recuerdos, del triunfo, tu mente,
Volverán, inmortales a honrar.
III
Como golpe de rayo la encina,
Se derrumba hasta el hondo torrente,
La discordia vencida, impotente,
A los pies del Arcángel cayó.
Ya no más de tus hijos la sangre,
Se derrame en contienda de hermanos;
Sólo encuentre, el acero en sus manos
Quien tu nombre sagrado insultó.
IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
Te defienda la espada terrible,
Y sostiene su brazo invencible
Tu sagrado pendón tricolor.
El será el feliz mexicano,
En la Paz y en la Guerra el caudillo,
Porque él supo sus armas, de brillo
Circundar, en los campos de honor.
V
¡Guerra! ¡Guerra! sin tregua al que intente,
De la Patria ¡manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! Los patrios pendones
En las Olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle,
Los cañones horrísonos truenen,
Y los ecos sonoros resuenen,
Con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
VI
Antes, Patria que inermes tus hijos
Bajo el yugo su cuello dobleguen,
Tus campiñas con sangre se rieguen,
Sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres,
se derrumben con hórrido estruendo,
Y sus ruinas existan diciendo:
De mil héroes la Patria aquí fue.
VII
Si a la lid contra hueste enemiga,
Nos convoca la trompa guerrera,
De Iturbide la sacra bandera;
Mexicanos, valientes seguid.
Y a los fieles bridones les sirven,
Las vencidas enseñas de alfombra;
Los laureles del triunfo den sombra,
A la frente del bravo adalid.
VIII
Vuelve, altivo, a los patrios hogares,
El guerrero a cantar su victoria,
Ostentando las palmas de gloria
Que supiera en la lid conquistar.
Tornaránse sus lauros sangientos,
En guirnaldas de mirlos y rosas,
Que el amor de las hijas y esposas,
También sabe a los bravos premiar.
IX
Y el que al golpe de ardiente metralla
De la Patria, en las aras sucumba,
Obtendrá, en recompensa una tumba
Donde brilla, de gloria, la luz.
Y, de Iguala, la enseña querida
A su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal, coronada,
Formará, de su fosa una cruz
X
¡Patria! ¡Patria! Tus hijos de juran,
Exhalar en tus aras su aliento,
Si el clarín con su bélico acento,
Los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!
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