MANUEL ALVAREZ BRAVO

Manuel Álvarez Bravo, nace en  la capital de la república mexicana, el 4 de Febrero de 1902.

Su abuelo, pintor, y su padre, maestro, eran aficionados a la fotografía. El descubrimiento temprano de las posibilidades de la cámara, le hará explorar en autodidacta, todos los procedimientos fotográficos, así como las técnicas de la gráfica.

Sus trabajos en blanco y negro destacan por su belleza y sencillez, a tiempo que transportan al espectador al mundo de lo simbólico.

Comenzó su carrera en la década de 1920. La fuerza, la clase y el extraño atractivo de sus fotos han influido desde siempre en otros artistas.

Hasta su exposición de 1971 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), no era conocido por el gran público. La calidad de sus obras, fácilmente identificable, obtuvo un reconocimiento general reflejado en el aumento de sus admiradores.

Álvarez Bravo estudió con los Hermanos de las Escuelas Cristianas de la ciudad de México (hoy La Salle).

En 1918 estudió Música y Pintura en la Academia Nacional de Bellas Artes. Entre 1916 y 1931 trabajó como funcionario en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y más tarde en la Contraloría.

Por un corto periodo de tiempo fue jefe del departamento fotográfico de la revista Mexican Folkways editada por Frances Toor.

Durante este periodo se casó con la primera de sus tres esposas, Lola Álvarez Bravo, que más tarde desarrollaría también una importante obra fotográfica.

Asimismo, a través de la fotógrafa italiana Tina Modotti, conoció al también fotógrafo estadounidense Edward Weston.

Álvarez Bravo retrató a los pintores muralistas Diego Rivera y José Clemente Orozco.

En 1931, colaboró en la película ¡Que viva México!, de Serguéi Eisenstein, que no llegó a terminarse. Desde esa fecha, trabajó como fotógrafo independiente y profesor de fotografía en su propio estudio.

En 1959 fundó con Leopoldo Méndez el Fondo Editorial de la Plástica Mexicana. En 1987 obtuvo el premio Master of Photography, del Museo Internacional de la Fotografía, en Nueva York, y en 1995 recibió la medalla a la excelencia, concedida por la firma de cámaras fotográficas Leica en México.

La obra de Álvarez Bravo ha sido exhibida en más de 300 exposiciones, tanto individuales como colectivas, y se encuentra en las colecciones de los más importantes museos, como el George Eastman House, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) y el Pasadena Art Museum. En 1974 le concedieron el Sourasky Art Price y en 1975 el Premio Nacional de Arte en México.

Según numerosos críticos, la obra de este “poeta de la lente” expresa la esencia de México, pero la mirada humanista que refleja su obra, las referencias estéticas, literarias y musicales que contiene, lo confieren también una dimensión universal.

Falleció el 19 de octubre de 2002, a los cien años.

Un comentario sobre “MANUEL ALVAREZ BRAVO

  1. Hola, a mi me encantan las fotografías en blanco y negro. Es un arte tradicional que siempre nos recordara, las obras de” Manuel Álvarez Bravo”.

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