EL EJEMPLO DE FINLANDIA

 

Finlandia, es una  república situada en Europa septentrional, limita al norte con Noruega, al este con Rusia, al sur también con Rusia y el golfo de Finlandia, al suroeste con el mar Báltico y al oeste con el golfo de Botnia y Suecia.

 Helsinki es la capital y la mayor ciudad de Finlandia.

Finlandia posee alrededor de 60.000 lagos, de los cuales son los mayores el lago Saimaa, el Inari y el Päijänne.

Alrededor de las tres cuartas partes de Finlandia están cubiertas de bosque, que es su recurso natural mas valioso.

Finlandia, tiene centrales hidroeléctricas y 4 reactores nucleares que proporcionan alrededor del 30 % de la  producción anual de energía eléctrica.

Cuenta con aproximadamente un 64% de población urbana. El finés y el sueco son los idiomas oficiales.

La Iglesia evangélica luterana de Finlandia es el principal culto del país y sus miembros suponen alrededor del 90% de la población; en cualquier caso se garantiza la libertad de culto. La Iglesia ortodoxa, todavía considerada como culto nacional, ha sufrido un fuerte descenso en el número de sus fieles desde finales de la II Guerra Mundial.

La esperanza de vida es muy alta; 74 años para los hombres y 81 años para las mujeres.

Desde el 1 de septiembre de 1997, Finlandia está dividida en 6 provincias y 19 regiones, cada una administrada por un gobernador designado por el presidente.

Las dos ciudades más importantes, después de Helsinki son: Tampere, y Turku, la antigua capital, las dos, son notables centros industriales.

En Finlandia, la escolarización es obligatoria entre los 7 y los 16 años. La alfabetización es del 100% de los adultos. Además de las escuelas de primaria y secundaria, Finlandia posee un amplio sistema de educación para adultos que cuenta con escuelas superiores, academias populares e institutos de formación profesional. La infraestructura para la educación de adultos es gestionada de forma privada, o bien por las autoridades municipales o provinciales, y recibe subvenciones estatales.

La educación obligatoria abarca 9 años, seis de escolarización primaria y tres de secundaria. Finlandia, además, posee un sistema de formación profesional secundaria con escuelas de comercio, arte y artesanía, economía doméstica, agricultura y tecnología.

Las instituciones finlandesas de educación superior, incluyen 13 universidades, varios centros de educación superior y escuelas de formación del profesorado.

Finlandia tiene una economía altamente industrializada, basada en grandes recursos forestales, altos niveles de inversión de capitales, máximo desarrollo tecnológico, excelente bienestar y seguridad para sus habitantes.

Tradicionalmente, Finlandia ha sido un importador neto de capital para financiar el crecimiento industrial. Desde los años 1980 la tasa de desarrollo económico de Finlandia es una de las más altas de los países industrializados. Los sectores económicos más dinámicos de Finlandia son la industria de la madera, los metales, la ingeniería, las telecomunicaciones y las industrias electrónicas, junto al diseño.

A excepción de la madera y de algunos minerales, Finlandia depende de las importaciones para abastecerse de materias primas, energía, y de algunos componentes para los productos manufacturados. Debido al clima, el desarrollo agrícola se limita a la autosuficiencia en productos básicos. La silvicultura, tiene importancia para la exportación y proporciona una ocupación secundaria para la población rural.

Los finlandeses, son gente aficionada a la lectura, a los museos, y las bibliotecas son parte integral de su cultura. La Biblioteca de la Ciudad de Helsinki (1960) contiene cerca de 2,1 millones de volúmenes. La Biblioteca Universitaria de Helsinki, con alrededor de 2,6 millones de volúmenes, hace las funciones de biblioteca nacional. En total, Finlandia tiene más de 1,500 bibliotecas repartidas por todo el país. Desde la II Guerra Mundial el número de museos ha aumentado a más de 300. El Museo Nacional de Finlandia (1893), en Helsinki, contiene colecciones etnográficas finesas y ugrofinesas, además de un departamento arqueológico. Otros museos importantes son el Mannerheim, el Museo Municipal, el Ateneo de Helsinki y el Museo de Arte en Turku.

Finlandia es una república, con una forma de gobierno democrática que combina el sistema parlamentario con el presidencial. El país es gobernado según la Constitución adoptada el 17 de julio de 1919.

El país,  está gobernado por un presidente, que es electo por un periodo de seis años por votación popular directa. Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, es elegido por un colegio electoral compuesto por 301 miembros elegidos por votación popular según un sistema de representación proporcional. El presidente nombra un gabinete denominado Consejo de Estado, sujeto a la aprobación del Parlamento y encabezado por el primer ministro. La edad mínima para ejercer el derecho a voto es de 18 años.

El Parlamento finlandés, conocido como Dieta , es unicameral y está compuesto por 200 miembros elegidos por sufragio popular y directo para un periodo de cuatro años .

El sistema judicial local de Finlandia está dividido en tribunales municipales en las ciudades y en tribunales de distrito en las áreas rurales.

Un prefecto o gobernador, elegido por el presidente del país, ejerce el poder ejecutivo en cada una de las 19 provincias finlandesas.

Finlandia goza de un vasto sistema de asistencia social que proporciona subsidios por desempleo, enfermedad, incapacidad y jubilación, ayudas familiares e infantiles, y compensaciones a inválidos de guerra.

El servicio militar de 11 meses es obligatorio para todos los varones mayores de 17 años. El Ejército finlandés cuenta con secciones de tierra, mar y aire, pero el número de miembros de las Fuerzas Armadas está limitado por el Tratado de Paz de París (1947) a un máximo de 41.900 soldados.

La orientación de la política exterior finlandesa hasta el final de la hegemonía soviética en Europa del Este a principios de la década de 1990, se centró en la estricta neutralidad internacional y en relaciones amistosas con la URSS, lo que no supuso ninguna reducción de la condición de neutralidad de Finlandia. Esta política, también denominada Línea Paasikivi-Kekkonen, fue llamada así en honor a su iniciador, el presidente Juho K. Paasikivi, y por su sucesor Urho K. Kekkonen.

Quizá más que ninguna otra persona, Kekkonen dejó su impronta en la política de posguerra. Como primer ministro desde 1950 hasta 1956 (con dos breves intervalos) y presidente desde 1956 hasta 1981, suavizó la enemistad soviética con Finlandia y demostró una gran sensibilidad hacia los deseos soviéticos de que los finlandeses no se comprometieran en actividades contrarias a los intereses de la URSS. Estas relaciones fueron etiquetadas de finlandización por los observadores occidentales durante la Guerra fría. Esta postura de Finlandia no significa que fuera sirviente de la URSS, sino que por el contrario, el país mantuvo firmemente su orientación hacia Occidente y Escandinavia. Tras la disolución de la URSS, Finlandia comenzó a reestructurar la orientación de su economía y desarrolló relaciones con la Unión Europea y con las antiguas repúblicas soviéticas.

 

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